188 
    
 
     
     ético que crea nuevas condiciones sociales. Los 
    
 
     
     esfuerzos en torno a un tema especÃfico pueden 
    
 
     
     convertirse en un proceso en el que, a través de 
    
 
     
     la escucha del otro, ambas partes encuentren pu- 
    
 
     
     rificación y enriquecimiento. Por lo tanto, estos 
    
 
     
     esfuerzos también pueden tener el significado del 
    
 
     
     amor a la verdad. 
    
 
     
     251.âEn este dialogo, siempre amable y cor- 
    
 
     
     dial, nunca se debe descuidar el vÃnculo esencial 
    
 
     
     entre diálogo y anuncio, que lleva a la Iglesia a 
    
 
     
     mantener y a intensificar las relaciones con los 
    
 
     
     no cristianos. 
    
 
     
     195 
    
 
     
     Un sincretismo conciliador serÃa 
    
 
     
     en el fondo un totalitarismo de quienes preten- 
    
 
     
     den conciliar prescindiendo de valores que los 
    
 
     
     trascienden y de los cuales no son dueños. La 
    
 
     
     verdadera apertura implica mantenerse firme en 
    
 
     
     las propias convicciones más hondas, con una 
    
 
     
     identidad clara y gozosa, pero « abierto a com- 
    
 
     
     prender las del otro » y « sabiendo que el diálogo 
    
 
     
     realmente puede enriquecer a cada uno ». 
    
 
     
     196 
    
 
     
     No 
    
 
     
     nos sirve una apertura diplomática, que dice que 
    
 
     
     sà a todo para evitar problemas, porque serÃa un 
    
 
     
     modo de engañar al otro y de negarle el bien que 
    
 
     
     uno ha recibido como un don para compartir ge- 
    
 
     
     nerosamente. La evangelización y el diálogo in- 
    
 
     
     terreligioso, lejos de oponerse, se sostienen y se 
    
 
     
     alimentan recÃprocamente. 
    
 
     
     197 
    
 
     
     195 
    
 
     
     âCf. 
    
 
     
      Propositio  
    
 
     
     53. 
    
 
     
     196 
    
 
     
     âJ 
    
 
     
     uan 
    
 
     
     P 
    
 
     
     ablo 
    
 
     
     II, Carta enc. 
    
 
     
      Redemptoris missio  
    
 
     
     (7 diciem- 
    
 
     
     bre 1990), 56: 
    
 
     
      AAS  
    
 
     
     83 (1991), 304. 
    
 
     
     197 
    
 
     
     âCf. B 
    
 
     
     enedicto 
    
 
     
     XVI, 
    
 
     
      Discurso a la Curia Romana  
    
 
     
     (21 
    
 
     
     dicembre 2012): 
    
 
     
      AAS  
    
 
     
     105 (2013), 51; C 
    
 
     
     onc 
    
 
     
     . E 
    
 
     
     cum 
    
 
     
     . V 
    
 
     
     at 
    
 
     
     . II,