Lumen Fidei - page 32

32
dido los grandes totalitarismos del siglo pasado,
una verdad que imponía su propia concepción
global para aplastar la historia concreta del indi-
viduo? Así, queda sólo un relativismo en el que
la cuestión de la verdad completa, que es en el
fondo la cuestión de Dios, ya no interesa. En esta
perspectiva, es lógico que se pretenda deshacer la
conexión de la religión con la verdad, porque este
nexo estaría en la raíz del fanatismo, que intenta
arrollar a quien no comparte las propias creen-
cias. A este respecto, podemos hablar de un gran
olvido en nuestro mundo contemporáneo. En
efecto, la pregunta por la verdad es una cuestión
de memoria, de memoria profunda, pues se diri-
ge a algo que nos precede y, de este modo, puede
conseguir unirnos más allá de nuestro « yo » pe-
queño y limitado. Es la pregunta sobre el origen
de todo, a cuya luz se puede ver la meta y, con
eso, también el sentido del camino común.
Amor y conocimiento de la verdad
26. En esta situación, ¿puede la fe cristiana
ofrecer un servicio al bien común indicando el
modo justo de entender la verdad? Para respon-
der, es necesario reflexionar sobre el tipo de co-
nocimiento propio de la fe. Puede ayudarnos una
expresión de san Pablo, cuando afirma: «Con el
corazón se cree » (
Rm
10,10). En la Biblia el cora-
zón es el centro del hombre, donde se entrelazan
todas sus dimensiones: el cuerpo y el espíritu, la
interioridad de la persona y su apertura al mun-
do y a los otros, el entendimiento, la voluntad, la
1...,22,23,24,25,26,27,28,29,30,31 33,34,35,36,37,38,39,40,41,42,...88
Powered by FlippingBook