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CAPÃÂTULO SEGUNDO
SI NO CREÃÂIS, NO COMPRENDERÃÂIS
(cf.
I
s
7,9)
Fe y verdad
23.âÂÂSi no creéis, no comprenderéis (cf.
Is
7,9).
La versión griega de la Biblia hebrea, la traduc-
ción de los Setenta realizada en AlejandrÃa de
Egipto, traduce asà las palabras del profeta IsaÃas
al rey Acaz. De este modo, la cuestión del cono-
cimiento de la verdad se colocaba en el centro de
la fe. Pero en el texto hebreo leemos de modo di-
ferente. AquÃ, el profeta dice al rey: « Si no creéis,
no subsistiréis ». Se trata de un juego de palabras
con dos formas del verbo
âÂÂamán
: « creéis » (
taâÂÂami-
nu
), y « subsistiréis » (
teâÂÂamenu
). Amedrentado por
la fuerza de sus enemigos, el rey busca la seguri-
dad de una alianza con el gran imperio de Asiria.
El profeta le invita entonces a fiarse únicamente
de la verdadera roca que no vacila, del Dios de Is-
rael. Puesto que Dios es fiable, es razonable tener
fe en él, cimentar la propia seguridad sobre su
Palabra. Es este el Dios al que IsaÃas llamará más
adelante dos veces « el Dios del Amén » (
Is
65,16),
fundamento indestructible de fidelidad a la alian-
za. Se podrÃa pensar que la versión griega de la
Biblia, al traducir « subsistir » por « comprender »,
ha hecho un cambio profundo del sentido del
texto, pasando de la noción bÃblica de confianza
en Dios a la griega de comprensión. Sin embar-