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91.âUn desafÃo importante es mostrar que la
solución nunca consistirá en escapar de una re-
lación personal y comprometida con Dios que
al mismo tiempo nos comprometa con los otros.
Eso es lo que hoy sucede cuando los creyentes
procuran esconderse y quitarse de encima a los
demás, y cuando sutilmente escapan de un lugar
a otro o de una tarea a otra, quedándose sin vÃn-
culos profundos y estables:
« Imaginatio locorum et
mutatio multos fefellit »
.
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Es un falso remedio que
enferma el corazón, y a veces el cuerpo. Hace fal-
ta ayudar a reconocer que el único camino con-
siste en aprender a encontrarse con los demás
con la actitud adecuada, que es valorarlos y acep-
tarlos como compañeros de camino, sin resisten-
cias internas. Mejor todavÃa, se trata de aprender
a descubrir a Jesús en el rostro de los demás, en
su voz, en sus reclamos. También es aprender a
sufrir en un abrazo con Jesús crucificado cuando
recibimos agresiones injustas o ingratitudes, sin
cansarnos jamás de optar por la fraternidad.
69
68
âT
omás
de
K
empis
,
De Imitatione Christi
, Liber Primus,
IX, 5: « La imaginación y mudanza de lugares engañó a mu-
chos ».
69
âVale el testimonio de Santa Teresa de Lisieux, en su
trato con aquella hermana que le resultaba particularmente
desagradable, donde una experiencia interior tuvo un impacto
decisivo: «Una tarde de invierno estaba yo cumpliendo, como
de costumbre, mi dulce tarea para con la hermana Saint-Pie-
rre. HacÃa frÃo, anochecÃa⦠De pronto, oà a lo lejos el sonido
armonioso de un instrumento musical. Entonces me imaginé
un salón muy bien iluminado, todo resplandeciente de ricos do-
rados; y en él, señoritas elegantemente vestidas, prodigándose
mutuamente cumplidos y cortesÃas mundanas. Luego posé la
mirada en la pobre enferma, a quien sostenÃa. En lugar de una