EVANGELII GAUDIUM - page 69

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que nos duelan las miserias de nuestra época y
estemos lejos de optimismos ingenuos, el mayor
realismo no debe significar menor confianza en
el Espíritu ni menor generosidad. En ese sentido,
podemos volver a escuchar las palabras del beato
Juan XXIII en aquella admirable jornada del 11
de octubre de 1962: « Llegan, a veces, a nuestros
oídos, hiriéndolos, ciertas insinuaciones de algu-
nas personas que, aun en su celo ardiente, carecen
del sentido de la discreción y de la medida. Ellas
no ven en los tiempos modernos sino prevari-
cación y ruina […] Nos parece justo disentir de
tales profetas de calamidades, avezados a anun-
ciar siempre infaustos acontecimientos, como si
el fin de los tiempos estuviese inminente. En el
presente momento histórico, la Providencia nos
está llevando a un nuevo orden de relaciones hu-
manas que, por obra misma de los hombres pero
más aún por encima de sus mismas intenciones,
se encaminan al cumplimiento de planes supe-
riores e inesperados; pues todo, aun las humanas
adversidades, aquélla lo dispone para mayor bien
de la Iglesia ».
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85. Una de las tentaciones más serias que aho-
gan el fervor y la audacia es la conciencia de de-
rrota que nos convierte en pesimistas quejosos y
desencantados con cara de vinagre. Nadie puede
emprender una lucha si de antemano no confía
plenamente en el triunfo. El que comienza sin
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Discurso de apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II
(11
octubre 1962), 4, 2-4:
AAS
54 (1962), 789.
1...,59,60,61,62,63,64,65,66,67,68 70,71,72,73,74,75,76,77,78,79,...224
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