137
En torno a la Palabra de Dios
174.âNo sólo la homilÃa debe alimentarse de
la Palabra de Dios. Toda la evangelización está
fundada sobre ella, escuchada, meditada, vivida,
celebrada y testimoniada. Las Sagradas Escritu-
ras son fuente de la evangelización. Por lo tanto,
hace falta formarse continuamente en la escucha
de la Palabra. La Iglesia no evangeliza si no se
deja continuamente evangelizar. Es indispensa-
ble que la Palabra de Dios « sea cada vez más el
corazón de toda actividad eclesial ».
135
La Palabra
de Dios escuchada y celebrada, sobre todo en la
EucaristÃa, alimenta y refuerza interiormente a
los cristianos y los vuelve capaces de un autén-
tico testimonio evangélico en la vida cotidiana.
Ya hemos superado aquella vieja contraposición
entre Palabra y Sacramento. La Palabra procla-
mada, viva y eficaz, prepara la recepción del Sa-
cramento, y en el Sacramento esa Palabra alcanza
su máxima eficacia.
175.âEl estudio de las Sagradas Escrituras debe
ser una puerta abierta a todos los creyentes.
136
Es fundamental que la Palabra revelada fecunde
radicalmente la catequesis y todos los esfuerzos
por transmitir la fe.
137
La evangelización requiere
la familiaridad con la Palabra de Dios y esto exige
135
âB
enedicto
XVI, Exhort. ap. postsinodal
Verbum
Domini
(30 septiembre 2010), 1:
AAS
102 (2010), 682.
136
âCf.
Propositio
11.
137
âCf. C
onc
. E
cum
. V
at
. II, Const. dogm.
Dei Verbum
,
sobre la divina Revelación, 21-22.