EVANGELII GAUDIUM - page 156

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blo perdido en la periferia de un gran imperio.
El Salvador nació en un pesebre, entre animales,
como lo hacían los hijos de los más pobres; fue
presentado en el Templo junto con dos picho-
nes, la ofrenda de quienes no podían permitirse
pagar un cordero (cf.
Lc
2,24;
Lv
5,7); creció en
un hogar de sencillos trabajadores y trabajó con
sus manos para ganarse el pan. Cuando comen-
zó a anunciar el Reino, lo seguían multitudes de
desposeídos, y así manifestó lo que Él mismo
dijo: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque
me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el
Evangelio a los pobres » (
Lc
4,18). A los que es-
taban cargados de dolor, agobiados de pobreza,
les aseguró que Dios los tenía en el centro de su
corazón: « ¡Felices vosotros, los pobres, porque
el Reino de Dios os pertenece! » (
Lc
6,20); con
ellos se identificó: « Tuve hambre y me disteis de
comer », y enseñó que la misericordia hacia ellos
es la llave del cielo (cf.
Mt
25,35s).
198. Para la Iglesia la opción por los pobres es
una categoría teológica antes que cultural, socio-
lógica, política o filosófica. Dios les otorga « su
primera misericordia ».
163
Esta preferencia di-
vina tiene consecuencias en la vida de fe de to-
dos los cristianos, llamados a tener « los mismos
sentimientos de Jesucristo » (
Flp
2,5). Inspirada
en ella, la Iglesia hizo una
opción por los pobres
en-
163
 J
uan
P
ablo
II,
Homilía durante la Misa para la evangeli-
zación de los pueblos en Santo Domingo
(11 octubre 1984), 5:
AAS
77 (1985), 358.
1...,146,147,148,149,150,151,152,153,154,155 157,158,159,160,161,162,163,164,165,166,...224
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