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La realidad es más importante que la idea
231.âExiste también una tensión bipolar entre
la idea y la realidad. La realidad simplemente es,
la idea se elabora. Entre las dos se debe instaurar
un diálogo constante, evitando que la idea termi-
ne separándose de la realidad. Es peligroso vivir
en el reino de la sola palabra, de la imagen, del
sofisma. De ahà que haya que postular un tercer
principio: la realidad es superior a la idea. Esto
supone evitar diversas formas de ocultar la rea-
lidad: los purismos angélicos, los totalitarismos
de lo relativo, los nominalismos declaracionistas,
los proyectos más formales que reales, los funda-
mentalismos ahistóricos, los eticismos sin bon-
dad, los intelectualismos sin sabidurÃa.
232.âLa idea âlas elaboraciones conceptua-
lesâ está en función de la captación, la com-
prensión y la conducción de la realidad. La idea
desconectada de la realidad origina idealismos y
nominalismos ineficaces, que a lo sumo clasifican
o definen, pero no convocan. Lo que convoca es
la realidad iluminada por el razonamiento. Hay
que pasar del nominalismo formal a la objetivi-
dad armoniosa. De otro modo, se manipula la
verdad, asà como se suplanta la gimnasia por la
cosmética.
185
Hay polÃticos âe incluso dirigentes
religiososâ que se preguntan por qué el pueblo
no los comprende y no los sigue, si sus propues-
tas son tan lógicas y claras. Posiblemente sea por-
185
âCf. P
latón
,
Gorgias
, 465.