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visto como una mera forma de gratificación afec-
tiva que puede constituirse de cualquier manera
y modificarse de acuerdo con la sensibilidad de
cada uno. Pero el aporte indispensable del matri-
monio a la sociedad supera el nivel de la emotivi-
dad y el de las necesidades circunstanciales de la
pareja. Como enseñan los Obispos franceses, no
procede « del sentimiento amoroso, efÃmero por
definición, sino de la profundidad del compro-
miso asumido por los esposos que aceptan entrar
en una unión de vida total ».
60
67.âEl individualismo posmoderno y globa-
lizado favorece un estilo de vida que debilita el
desarrollo y la estabilidad de los vÃnculos entre
las personas, y que desnaturaliza los vÃnculos fa-
miliares. La acción pastoral debe mostrar mejor
todavÃa que la relación con nuestro Padre exi-
ge y alienta una comunión que sane, promueva
y afiance los vÃnculos interpersonales. Mientras
en el mundo, especialmente en algunos paÃses,
reaparecen diversas formas de guerras y enfren-
tamientos, los cristianos insistimos en nuestra
propuesta de reconocer al otro, de sanar las he-
ridas, de construir puentes, de estrechar lazos y
de ayudarnos «mutuamente a llevar las cargas »
(
Ga
6,2). Por otra parte, hoy surgen muchas for-
mas de asociación para la defensa de derechos y
60
âC
onférence des
Ã
vêques de
F
rance
. Conseil Famille
et Société,
Ãlargir le mariage aux personnes de même sexe? Ouvrons le
débat!
(28 septiembre 2012).