EVANGELII GAUDIUM - page 118

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La personalización de la Palabra
149. El predicador « debe ser el primero en te-
ner una gran familiaridad personal con la Palabra
de Dios: no le basta conocer su aspecto lingüís-
tico o exegético, que es también necesario; nece-
sita acercarse a la Palabra con un corazón dócil y
orante, para que ella penetre a fondo en sus pen-
samientos y sentimientos y engendre dentro de sí
una mentalidad nueva ».
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Nos hace bien renovar
cada día, cada domingo, nuestro fervor al prepa-
rar la homilía, y verificar si en nosotros mismos
crece el amor por la Palabra que predicamos. No
es bueno olvidar que « en particular, la mayor o
menor santidad del ministro influye realmente
en el anuncio de la Palabra ».
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Como dice san
Pablo, « predicamos no buscando agradar a los
hombres, sino a Dios, que examina nuestros co-
razones » (
1 Ts
2,4).
Si está vivo este deseo de es-
cuchar primero nosotros la Palabra que tenemos
que predicar, ésta se transmitirá de una manera u
otra al Pueblo fiel de Dios: « de la abundancia del
corazón habla la boca » (
Mt
12,34). Las lecturas
del domingo resonarán con todo su esplendor en
el corazón del pueblo si primero resonaron así en
el corazón del Pastor.
150. Jesús se irritaba frente a esos pretendidos
maestros, muy exigentes con los demás, que ense-
115
 J
uan
P
ablo
II, Exhort. ap. postsinodal
Pastores dabo vo-
bis
(25 marzo 1992), 26:
AAS
84 (1992), 698.
116
Ibíd
., 25:
AAS
84 (1992), 696.
1...,108,109,110,111,112,113,114,115,116,117 119,120,121,122,123,124,125,126,127,128,...224
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